04 Mar
04Mar

Hoy escribiré acerca de algo muy delicado y a la vez muy personal, Este es un personaje que a lo mejor nunca lo conocí bien, al fin y al cabo, robo de mi vida algo muy preciado, llego con la figura de un amigo, pero se llevó de mi lado algo que para mí era el motivo de mi vida, o por lo menos eso pensaba. 

¿Realmente se roba algo que apreciamos y tenemos en exhibición para que todos lo vean y admiren? Todos hemos tomado algo que no nos pertenece, quizá un bolígrafo en un escritorio o un dulce de un aparador.  ¿Las cosas se hurtan realmente cuando en realidad no son propiedad de nadie?  Me pregunto estas cosas mientras me hundo en una depresión por haber perdido lo que pensaba era mi vida entera. 

Después de unos días me doy cuenta de que sigo vivo, que a pesar de lo triste que pueda sentirme por la perdida, sigo en el camino de mi existencia y creo que empiezo a ver una luz al final del túnel de este vacío en mi corazón. 

Cómo se le puede llamar a alguien que se mete con lo más preciado que tienes, que se inmiscuye en la vida de tu hogar y lo destruye.  Por un lado, me siento engañado, estafado y eso me molesta mucho.  Por otro lado, aunque me duela admitirlo, empiezo a entender que ella no era mi propiedad y ella decidió irse al lado de él. 

Cada día trae su propio afán, dijo el carpintero de Galilea, y nuevas son las misericordias de Dios cada mañana. En esas promesas descansa mis sentimientos, mi corazón.  El sentimiento de perdida es como un incendio dentro de mí, que abraza y destruye todo lo que toca a su paso.  He querido morir y no morí, quise rendirme y permanecí, debo confiar que aún hay algo para mí. 

Aún no perdono a ese ladrón, que hurtó lo más preciado para mí. Pero creo que empiezo a entender que a lo mejor no robó nada, porque nada es mío en realidad, la vida nos da y la misma nos aparta de cosas y personas, para poder continuar. 

Mi deber ahora es sanar, para mi camino continuar, poder ver al pasado sin dolor y quizá algún día encontrar el amor. 

Ladrón que tienes contigo lo que más anhelada tener a mi lado, espero aprecies lo que tienes porque de lo contrario ella abrirá sus alas y volará lejos sin retorno, como lo hizo conmigo para irse contigo.  Quizá no la cuidé lo suficiente, a lo mejor su naturaleza era esa y simplemente no había encontrado las fuerzas de separarse de mi lado.  Ya la culpé a ella también en mis momentos de bajeza, buscando explicaciones vanas de lo que pasó.  El hecho es que simplemente pasó, a lo mejor existieron señales que no pude ver en su momento, que me prepararan para esta pérdida.  En ocasiones desearía no pensar como pienso, desearía poder abandonar como fui abandonado, pero creo que cada uno es como debe ser, ni más, ni menos. 

El ladrón es ladrón mientras exista algo que tomar que no sea suyo.  Aunque ella no era mía, como propiedad teníamos una historia juntos que habría deseado terminar hasta la tumba, pero no será más. 

Ladrón, tú fuiste el tercero en discordia, la manzana podrida que permití entrar a mi vida, pagaré por mucho tiempo ese gran error de juicio, pero me doy cuenta de que en realidad ella ya no estaba a mi lado cuando se fue, triste, pero es la cruda realidad, nadie se va de tu lado cuando te ama. 

Hoy, agradecido, estoy por continuar, por permanecer y ver otro amanecer, porque cada día es una nueva oportunidad.

FIN

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